Una cita en el jacuzzi con el chico que me gusta
Estaba deseosa de que esto pasase: he quedado con mi crush, el chico que me gusta y me excita a más no poder… uno de esos chicos de alto valor acorde a mi personalidad. Un parisino raza pura que conocí en un desfile de moda en Francia. Os cuento todo al detalle de cómo se fue desarrollando la cita…
Me manda un SMS, prepárate para esta noche, te vengo a recoger en limusina a las 19. Tomaremos lo que te apetezca mientras disfrutamos de un paseo por la ciudad acompañados de tu música preferida. Después iremos a cenar a un restaurante de lujo y disfrutaremos de una velada romántica, si te apetece, más tarde acabaremos la noche en mi casa, podrás darte un baño conmigo en el jacuzzi. Por favor, quédate a dormir en casa.
El plan era perfecto, no podía decir que no.
Me pongo lo más elegante que tengo en mi armario, un vestido largo con un escote en la espalda que me llagaba hasta los hoyuelos de Venus. Estaba deslumbrante. De repente, tocan a la puerta. Era él con un ramo de rosas rojas y blancas. Me dió un beso en la mejilla , me cogió la mano y me acompañó hasta la lumusine. Me abrió la puerta, entré.
Él ya sabía qué tipo de música me gustaba, porque me había estado investigando a través de las rrss y ya habíamos estado hablando con anterioridad desde que nos vimos ese primer día. Las luces, la música, la bebida, el ambiente, todo era idílico. Estuvimos hablando durante una hora, me comentó que se había enterado de que su novia le estaba siendo infiel con otro chico, más mayor que él. La limusina se detuvo a las 20:30 en la puerta de un restaurante muy exclusivo en París. Cenamos, la velada fue muy especial, cenamos a la luz de las velas en un ambiente muy cálido e íntimo. La música del piano sonaba. Él me acaricia la pierna. Yo empiezo a sentir escalofríos, ese tipo de sensación cuando se te erizan los pelos y empiezo a mojar mi lencería. Estaba muy excitada. Le pregunto: ¿qué es lo que te ha hecho venir hasta a mi? Me confiesa que lleva tiempo deseando una mujer madura, valiente y fuerte. Una mujer que se ha hecho así misma gracias a los duros golpes de la vida. Y que su mayor fantasía es poder tener a su lado a una mujer así, poder descifrarla y conquistarla cada día, pues una mujer cansada de promesas de hombres vacíos no iba a ser fácil de conquistar. Tenía que demostrarme que él iba a ser el definitivo. Debía competir con el resto de hombres, demostrando que su valor era superior. Que yo tenía que elegirle a él y a ningún otro, por el resto de nuestras vidas. Me quería hacer su esposa y madre de sus hijos.
Al final de la velada me regaló un anillo y un colgante.
"Quiero que lo lleves puesto” me dijo, “para que puedas recordar siempre que los diamantes solo son dignos de mujeres como tú”. El chófer llegó para recogernos.
Fuimos a su casa. Una villa enorme con caballos, una piscina infinita con una vista espectacular . Un lambo aparcado color negro mate. Bajamos por una escalera de caracol de mármol hasta el spa donde estaba el jacuzzi.
Hacía calor. Me invita a sentarme. Me descalza y con cuidado deja mis tacones en el suelo. Con suma delicadeza y respeto me ayuda a quitarme el vestido y entro completamente desnuda en su jacuzzi donde había preparado una copa del mejor vino blanco. Mientras me relajo, él se va. A los pocos minutos vuelve desnudo. Un cuerpo de gimnasio trabajado y definido que me quitó el sueño. Entonces me pregunta: ¿puedo entrar contigo? Mirando hacia abajo con cara seria y algo triste. Me percato de que su pene está totalmente erecto. Le digo que sí. Empiezo a excitarme de nuevo. Esta vez mucho más que antes. Entonces él entra en el jacuzzi y me dice: “ lo siento, no puedo evitar que mi cuerpo exprese lo que me haces sentir, te deseo. Quiero hacerte mía para siempre” Entonces le acaricio el pene. Estaba igual de duro que una piedra. El capullo rosadito como mi gatita (a mi xixi la llamo gatita). Tamaño perfecto. Todo de él me gustaba. Absolutamente todo. Entonces empieza a acariciarme muy lentamente entre los labios, mientras me besa con lengua. Empieza a lamerme la cara, las orejas, el cuelo, los senos…. mientras me dice: "voy a hacerte mía, no tienes ni idea”. me acaricia el ano. Hace amago de meter el dedo sin llegar a meterlo. Solo son caricias. Caricias muy lentas y sensuales. Le empiezo a masturbar. Le restriego la palma de mi mano por el glande. Los dedos. Le masajeo el pene entero con mis manos. Después con los pies. Él hace un esfuerzos atroz para no correrse de placer. De vez en cuando me quita las manos. "Por favor, no te imaginas lo mucho que te deseo…no quiero terminar así y ahora…déjame hacerte mía..” le digo que me apetece sentirle. Entonces por cumplir mi deseo me pone encima suya y me penetra muy lentamente una vez… y la saca… me coge en brazos y me lleva a una cama enorme con sábanas blancas de seda en una habitación con ventanales mirando a la ciudad 🌆. Se veía todo París, incluso el Sena. Entonces me recuesta en la cama, me abre las piernas mientras me mira y me pregunta..”¿puedo?” Yo asiento con la cabeza, “por favor..” él añade: "voy a darte el tratamiento de princesa que te mereces…” y me empieza a practicar el mejor sexo oral que me han hecho jamás. Una lengua rosada, suave y delicada, moviéndose muy sutilmente hacia arriba y abajo… en círculos… de izquierda a derecha… tocando y activando todas mis terminaciones nerviosas…si sigues así voy a correrme, le digo. "Perfecto porque quiero saborearte…hazlo dentro de mi boca, por favor” me dice. Estaba muy excitada, empiezo a gemir sin control…me corro en su boca. Él cierra los ojos de placer, parece que está disfrutando incluso más que yo. Me aprieta las manos y me dice ”si…vamos…me encanta como sabes por dentro…”
"Lo siento mucho, ahora voy a hacerte mía para siempre” se pone encima mía, veo que su pene está muy erecto y grande, llorando y no de tristeza. Estaba lubricando demasiado. Tanto que goteaba. Entonces me agarra de las manos y me penetra muy lentamente. "Lo siento cariño, voy a preñarte…” "no tengas miedo, prometo que vas a tener todo lo que siempre has deseado…” el sexo estaba siendo espectacular, la penetración un placer de dioses… nunca me habían hecho sentir tanto placer… él, al cabo de unas penetraciones bien hechas, se corrió dentro mía a los pocos minutos.
Llamó a un tal Eric por teléfono. Le pregunto "¿quién es? ¿Y por qué lo llamas a estas horas de la noche? Es tarde…”
- "tranquila, es mi gestor, trabaja para mí y hará lo que yo le diga a la hora que le diga. No lo llamaría si no fuera algo urgente”
"Eric, escúchame muy bien, quiero que pongas inmediatamente todos mis bienes a nombre de la mujer que está en mi cama ahora mismo, porque es la madre de mis hijos y mi futura mujer, ella se llama xxxxxxx”
-"claro, entendido jefe. Voy a hacerlo ahora mismo”.
"¿Tienes hambre? Voy a pedirte algo saludable” me dice.
“Está bien” le digo.
Y mientras que nos traían algo de comer me dijo:"crees que he terminado contigo? Vamos, quiero hacerte disfrutar mucho más… y me empieza a lamer 👅 cual gatito… después me penetra muy dulcemente sin parar… cambiamos de posición una y otra vez…la mete entera… la saca… mete solo el glande… lo saca… y así una y otra y otra vez… lo saca… me roza el glande por mis labios…. Y así sin parar… la excitación era cada vez mayor… hasta que llegamos ambos al clímax juntos… totalmente pegados cuerpo a cuerpo… extasiados… sudados…
Me lleva en volandas hasta la bañera, me baña, se baña él. Llega el pedido, comemos algo y de nuevo a la cama, con las sábanas limpias. Mientras comíamos algo había avisado al servicio de la casa y mandó a limpiar todo, el jacuzzi, la habitación… todo volvía a estar impecable.
Ya en la cama. Me abraza, se pega a mí y me susurra al oído, “tengo a la mujer más preciosa de la tierra en mi cama, la he hecho mía y voy a hacerla la mujer más dichosa del planeta. Eres todo lo que deseo. Gracias, me siento el hombre más afortunado del mundo, porque me has elegido a mí esta noche, y voy a hacer que me elijas a mí cada día de tu vida…”
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