Mi juguete favorito

La verdad es que fue la primera vez que me aventuraba a entrar en una tienda erótica, pero tenía muchas ganas de probar algo nuevo y diferente.

Me decidí a entrar aunque me sudaban las manos como nunca antes, y me daba mucha vergüenza preguntar sobre los productos que había y cual sería el mejor para mí. Aún así me dije, venga Lau tu puedes, y entré.

Estaba impresionada con todo lo que había, penes de plástico de todos los tamaños y colores, lubricantes hasta con purpurina e incluso juegos de cartas que nunca me había llegado a imaginar ¿el UNO sexual? Que barbaridad!

Avancé hasta la sección que más me llamaba la atención, vibradores y succionadores de todas clases y formas, estaba super perdida. Mientras iba comprobando las características de cada uno de ellos noté como alguien se acercaba tranquilamente hacia mi. No sabéis la vergüenza que estaba pasando cuando una voz agradable y afectuosa me dijo ¿necesitas ayuda?

Me di la vuelta y ahí si que pensé ¡tierra trágame!. Un moreno alto de metro noventa estaba hablándome y preguntándome si necesitaba ayuda para elegir mi primer vibrador ¡es de locos!. La verdad es que me puse muy nerviosa y comencé a explicarle la situación, que era mi primera vez allí y que no tenía ni idea de cuál elegir, a lo que el me respondió: Tranquila, si quieres te puedo ayudar. Con un tono un tanto insinuante.

Yo, ingenua e inocente dije que sí por favor, que necesitaba saber cuál llevarme porque no estaba segura. En ese momento me invitó a pasar a una sala en la que había 10 tipos diferentes de juguetes, los cuales el pensaba que se adaptaban a lo que yo iba buscando. Entramos y me miró: ¿quieres probarlos?

¿Qué iba a decir? Había hasta otra pequeña sala para probarlos de manera íntima, asique yo nerviosa acepté. Mi sorpresa final fue que cuando me dirijí hacia esa sala de ensueño me preguntó que si quería que me acompañara. Yo, más caliente que el fuego solo tuve que mirarle y asentir con la cabeza. Terminamos probando todos e incluso acabe probándolo a él, fue la primera vez en una tienda erótica de mi ciudad y fue una experiencia única. Me pongo cachonda sólo de recordarlo, espero que vosotros estéis igual de mojados que yo.

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