la venta II

Anal
BDSM
Extremos
Fetiche
Sexo en grupo
Lesbianas
Bragas
Masturbación
Infidelidad
Esclavos
Azotes
Sumisión
Mujeres maduras

Volvimos a la mesa, primero Weber y después yo, una dama siempre necesita su tiempo para retocarse. Era la primera vez que hacía algo así, que seducía a alguien con un fin comercial, y obedeciendo ciegamente las órdenes de alguien, sin cuestionarme nada, pero joder que no se porqué estaba empapada y excitada. Miré a mi jefa al volver a la mesa y la muy puta sonreía, consciente de que no le había defraudado.

Algo que me sorprendió mucho fue que durante toda la cena nadie mencionó nada comercial, ni empresarial. Hablábamos de cosas insustanciales, ni tan siquiera nadie preguntó si me jefa o yo estábamos casadas (cosa que por cierto ahora caigo que no sé), ni de sus familias (aunque si sabíamos detalles, puesto que leímos todos los informes de camino a la cena. Allí es donde conocí los vicios ocultos del gran jefe alemán: una atracción por la jovencitas y los coños rasurados y sobre todo su desmedido aprecio a ser escupido, azotado, atado. Vamos que tras ese traje de sastre y la entereza imperturbable de su cargo se escondía un miserable con tendencias a ser sometido. También pensé en siendo nosotras dos unas puretas bien plantadas, cómo cojones solucionaríamos el tema del coñito tierno, aunque cierto sea dicho ambas no teníamos ni rastro de haber tenido pelo debajo de nuestras bragas.

Con el postre y las últimas botellas de champán Greta propuso algo: "Señores, que les parece si, después de este brindis ustedes tienes un buen gesto hacia las dos damas que les acompañan, e invitan por cierto, y nos conceden un deseo?".

-Querida, pensé que no íbamos a hablar de trabajo y que esto estaba destinado a limar asperezas y tensiones -replicó el abogado tomando la mano de mi jefa.

-No... por Dios! nada de trabajo, insultas mi lealtad y mi palabra jovencito. En tu caso tendrás no solo que concederme un deseo, si no que además tendrás que compensarme mucho, por el agravio -y le pasó el dedo por los labios-. A lo que me refería es a un juego queridos. Espero que sean considerados y nos concedan la oportunidad de jugar a algo con ustedes. Me explico: veo que han disfrutado con los manjares de la cena y paladeado las delicadas copas de vino, y espero que se dejen vendar los ojos y someterse a nuestras perversiones - en ese momento unos cuantos "uuuuuuhhh" se colaron en la conversación-. Con los ojos tapados deben de adivinar a que saben las cosas. Les parece??

Nos levantamos, yo le seguía el juego a mi jefa aunque ella no me hubiera participado esta parte del plan, y con las servilletas vendamos los ojos del resto de los comensales. Greta se acercó a mí y me dijo en un susurro a mi oido: "ahora les tenemos donde queremos cariño,...empieza la diversión"

-No hagan trampas y no miren, por favor, no vaya a ser que se terminen ayudando...Empezamos por lo fácil, luego iremos complicando...

Tomo una cucharada de helado y se lo acercó a Erler. -Abre la boquita pichón y saca la lengua un poco...-Y el pichón sacó la lengua y recibió el helado. Se rió un poco y acertó : "helado de mandarina"...

-Su turno Gröbner... - y me hizo una seña para que le administrara un trozo de poste. Yo elegí un poco de nata de la tarta, y cuando iba a solicitar que sacara la lengua me quedé paralizada, Greta se había metido bajo la mesa y le estaba sacando la polla al abogado que se quedó paralizado. Le di postre despacio a todos los comensales, fáciles de adivinar, mientras la hija de puta de mi jefa le comía el rabo al abogado.

Llegada la segunda ronda, con la polla fuera y una erección tremenda mi jefa se metió la mano en el coño, acercó el dedo de acababa de restregar por el coño a Erler y le dijo: "tu turno de nuevo muñeco..." y le metió el dedo en la boca. El abogado lo saboreó sin tener claro que era..."me rindo" dijo. "Oh que decepción... has perdido...." y dicho esto le dejo de mamar el rabo.

Llegada la tercera ronda ya volvió a tocarle al abogado. Greta le giró la cara hacia donde estaba ella, se desabrochó el chaleco, sacó una teta y se le metió el pezón en la boca. "Este es sencillo, chupado, si no aciertas lo vas a pasar muy mal esta noche" le dijo entre carcajadas. El pobre chaval no sabía que decir. Estaba claro que estaba comiéndole un pezón a Greta, pero no sabía que decir al respecto....:" Se, se lo que es, pero... necesito otro poco más...." y volvió a lamer el pezón, momento que aprovechó Greta para hacerme una seña e indicarme que no había ya límites en la cata, y a manosear de nuevo el tierno rabo. "Juraría que es fruta de la pasión" dijo entre risas...."Muy bien!!! recuperas una vida!"

Nos acercamos a Weber y le dimos a probar una cucharada de coño de Greta, el mío ya lo tenía reciente... "Sabe como a castaña"." Prenda para el caballero!"

Hicimos varias cochinadas de esas, la mejor fué meter el dedo del Jefazo en el culo de Grete y darselo a probar. Que cabrón ni se inmutó, sabiendo de donde venía el dedo lo saboreó como un caramelo, y dijo: "querida tendrás que castigarme porque no se saco el gusto".

Creo que todos terminaron muy calientes, yo también, pero no me queda claro Greta, que tan solo parecía disfrutar de la perfección de su plan, en el que sin percatarse los invitados les dejó claro que conocía perfectamente sus debilidades. Imagino que al despertar al día siguiente y despejarse de la resaca comenzarían a madurar lo retorcida que era su contrincante.

Llegamos al karaoke, Pedimos champán, y una sala privada. Alli cantaron y bebieron.

-La sala de al lado está libre, cuando yo salga al baño con éste te los llevas con cualquier escusa....y los quiero secos, como en su primera vez -Me ordenó mi jefa.

Entró una camarera, joven, pelo largo recogido en una coleta, legins negros y un top. "Señor Gróbner, es su turno, el micrófoco le espera", le dijo Greta, mientras la muchacha descorchaba de nuevo chapán. Tomó de la mano al picapleitos y se lo llevó. Vi como entraban en el baño. "Solo espero que esto me lo cuente mañana, " pensaba yo.

- Quieren una actuación privada de mi mejor repertorio?, su jefe dicen que entona fatal. - Es la tontería más grande que se me ocurrió, pero surtió efecto y me llevé al lanzado y a mudito a otra sala. En cuanto cerré la puerta senté a mudito en una butaca, y me senté sobre él. Le besé el cuello, las orejas, tomé sus manos y las puse sobre mi trasero aun con ropa, pero parecía no inmutarse. "disfruta del espectáculo que luego vengo a por ti" le dije. Obediente quedó sentado observando como tomaba la cabeza de Weber y le conducía bajo mi falda, apoyada en la puerta. Mientras el alemán me comía el coño apretando con sus manos mi culo, yo le dedicaba a Schad una tocada de tetas lenta. Mis pezones levantaban el tul del la blusa como las puntas de los cucuruchos. Me desprendí de la parte de arriba. Iba ganando puntos, pues el mirón empezó a palparse el pantalón. Saqué al lanzado de mis falda y lo estampé contra la pared junto al mudito, le bajé el pantalón y le dedique una buena mamana, que apunto estuvo de regarme la cara. Le dejé a la puerta del cielo y me coloqué a su espalda, empotrando mis pezones en su cuerpo. " Si te corres ahora te lo comes, si aguantas te daré lo mejor...". El muy cabrón cerraba los ojos con fuerza y hacía todos los intentos posibles por no correrse, Para ayudarle le retorcí los pezones, y de di cachetes en el culo. Mudito estaba muy empalmado y ya tenía la mano dentro del pantalón. La polla de Weber perdía potencia, señal de que había pasado el peligro de que se corriera al tocarlo. Lo senté en el sofá y le dí mis tetas a lamer. Agarré sus pelotas y poniendo el culo en pompa hacia mudito comencé a masturbarme....bueno, comencé y terminé porque al minuto tuve que levantarme y acercándome la cara del más lanzado le empapé con mi corrida la cara. Se le puso como una botella de nuevo, mientras el mirón ya tenia la polla fuera y se la tocaba sin pudor alguno. Senté al otro en el sofá y sin dejar de mirar a mudito me clavé la polla. Tomé las manos de mi follador y me apretaba los pechos, como si fueran mis manos dándome lo que yo quería, Cuando el jadeo se hizo muy intenso lo desmonté, y le cogí de la mano para llevarlo frente al mirón. Estaba muy empapada aun de la corrida y de los sudores, así que arrime el cipote de Weber a mi culo y le dije: "ves, por ser bueno y obeceder". Fui arrimando mi culo a su pubis despacio. Él ni se movió. Y yo me metí todo el rabo en el culo. Tomé las manos de mudito y las llevé a mi cabeza, dirigiéndola hacía su polla. Me la comí mientras me enculaba su colega. Pude evitar que se me corriera este en el culo, pero no que mudito, al ver mis nalgas llenas de semen, se me corriera en la boca. Aun así como venganza le comí los morros. "Este es tu premio", le dije. pero no pareció importarle.

Estuvimos un rato descansando y oyendo canciones. Yo salí al baño a adecentarme un poco. Al entrar en el aseo de mujeres Greta le estaba jadeando y gimiendo mientras le decia a su acompañante:" vamos chico! a tu edad puedes darme más leche!" "DALE, DALE"...

Al salir me dirigí al reservado, pero sin pensar que habíamos cambiado me metí en el primero. Joder con el Alemán!! La niña lo tenía atado en una silla, con el respaldo en el suelo. Se le había meado en la cara, aunque lo tenía desnudo. Me miró la camarera. "Pasas? o solo miras?" azorada por todo lo que había pasado y el alcohol que llevaba dentro, no sé porqué entré y cerré. "siéntate en su cara, que se ahogue". Yo que llevaba todo el día de complacer sin protestar me levanté la falta y me senté en su cara. El tipo metía la lengua en mi coño, y ella le azotaba el capullo con una fusta. Contoneándose, medio asfixiado y azotado en la polla, asistí a una corrida de un tipo de mas de 60 tacos salpicando a borbotones. La camarera me besó los labios y comenzó a recoger todos los trastos y ataduras de la sala. Yo volví al segundo reservado, pero ya no había nadie. Camino del baño Greta salía con los labios recién pintados. Me tomó del brazo, y me llevó a la puerta. Todo medido. Un coche llegaba en esos momentos a recogernos.

Durante el camino me preguntó por los consejeros y le di detalle de todo lo ocurrido.

Mañana es tu día de descanso. Si quieres Fred puede llevarte a Reeperbahn si quieres divertirte más o de compras si lo deseas. Yo tengo algo que atar con el abogado aún. Hablamos a la cena.

El viernes nos sentamos en la mesa de reuniones como si nos acabáramos de levantar, para hacer un receso al café. Discutimos ciertos flecos de las comisiones a abonar a los consejeros y las participaciones que tendría el Sr Gröbner en la nueva empresa, y sorprendentemente, tras unos apretones de manos formales, y como si no hubiéramos follado ni nada, firmamos los documentos.

Sabía que la comisión por aquella transacción iba a ser jugosa para mí, pero al llegar al hotel Greta me dijo que estaba muy orgullosa de mi, de mi rendimiento y de mi actuación, pero que mi aprendizaje aún tenía muchos detalles que pulir si quería dejar su puesto en mis manos. Pero me propuso un ascenso, a manager general de ventas, algo así como su número dos.

Y sigo aprendiendo sobre negociaciones.

Denunciar relato