Conexión

Conexión

El mensaje llegó a las 2:14 de la madrugada.

"Curiosas. Intrigadas. Dispuestas a jugar."

Era breve, pero suficiente.

Clara y Eva se miraron de reojo. Llevaban semanas adentrándose en ese rincón oscuro de la red, siguiendo las señales de un desconocido que parecía conocerlas mejor de lo que deberían permitir. No había fotos, ni nombres reales, solo palabras cuidadosamente elegidas, como piezas de un rompecabezas que ellas aún no sabían si querían terminar.

—Escribe algo —susurró Eva, con un destello de emoción en la voz.

Clara tecleó con la yema de los dedos, pausada.

"¿Y si lo estamos?"

La respuesta llegó de inmediato.

"Entonces sigan mis instrucciones. Cámara encendida. Solo luz tenue."

Las dos se miraron. Un latido sordo en las sienes. No era la primera vez que jugaban con el misterio, pero esta vez era diferente. Esta vez había alguien al otro lado que sabía exactamente cómo tensar la cuerda entre la curiosidad y el peligro.

Encendieron la cámara.

La imagen parpadeó en la pantalla. Una silueta en penumbra. No su rostro, solo el eco de una presencia.

—¿Nos ves? —preguntó Eva, con una sonrisa que delataba tanto nerviosismo como deseo.

"Perfectamente. Ahora, háganlo lento."

El aire se espesó en la habitación. Clara sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No sabía qué parte de la situación la atraía más: la voz imperceptible tras la pantalla, la expectación de Eva a su lado, o el hecho de que, en ese instante, estaban completamente en sus manos.

El juego apenas comenzaba.

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