Caviar

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Fetichismo del caviar (coprofilia)

Se trata de una práctica sexual donde el origen de la excitación proviene del contacto con las heces. Este término incluye diversas formas de interés por los excrementos: desde usarlos como un objeto de juego hasta consumirlos.

La excitación puede deberse a diversos aspectos asociados a las heces: su olor, sabor, aspecto o consistencia. Hay gente a quien también le excita el sonido de la defecación. Estas prácticas también pueden formar parte de las escenas BDSM en los que simbolizan la sumisión a una pareja dominante. Estas prácticas también se conocen como scat, escatofilia o coprofilia.

Los términos relacionados con los excrementos son escatolia y coprofagia.

Escatolia es una forma de parafilia, donde la excitación sexual es originada por el embadurnamiento de excrementos en el propio cuerpo, en el cuerpo de la pareja o en diversas superficies. Aunque pueda ser una forma de expresividad para algunos, conlleva graves riesgos, tanto higiénicos como sanitarios. El contacto de las heces con las mucosas, especialmente en personas inmunodeprimidas, puede provocar infecciones. Por ejemplo, las bacterias presentes en las heces son una causa frecuente de infecciones vaginales en las mujeres.

Coprofagia, por su parte, se refiere al acto de consumir los propios excrementos. No es de naturaleza sexual y puede darse tanto en humanos como en el mundo animal.

Un fetiche nicho, pero fascinante

La coprofilia es uno de los fetiches más especializados, lo que la hace especialmente atractiva para las personas que valoran la singularidad y la exclusividad en sus fantasías.

Motivos psicológicos

Las investigaciones sugieren que la coprofilia se asocia a menudo con la fascinación por los tabúes y por traspasar los límites socialmente aceptados, lo que atrae a quienes buscan experiencias intensas.

Estímulos sensoriales y emocionales

Para las personas con este fetiche, varios estímulos son clave: el olor, el aspecto, la consistencia e incluso los sonidos asociados a la defecación. Hay a quien le excita el propio acto de defecación, a otros el contacto de la piel con las heces o la observación de la pareja en tal situación.

Un acto de dominación y sumisión

Las prácticas que incluyan excrementos pueden formar parte de escenarios BDSM en los que simbolizan la completa sumisión, humillación o dominación de uno de los miembros de la pareja. En este tipo de relaciones, ceder el control de algo tan íntimo es una expresión de confianza y de cumplimiento de roles específicos.

Riesgos potenciales para la salud

El contacto con excrementos conlleva el riesgo de infecciones y enfermedades, por lo que se recomienda especial cuidado e higiene incluso en entornos fetichistas. La coprofagia (el consumo de las heces) es especialmente peligrosa y no se recomienda por motivos de salud.

Motivos culturales e históricos

El consumo de excrementos no siempre se consideraba abominable ni se consideraba un riesgo para la salud. Desde aproximadamente el año 1550 a.C. hasta finales del siglo XVIII, tanto los excrementos humanos como los animales se utilizaban en farmacia como ingredientes de muchos preparados medicinales. Dominaba la creencia que tenían propiedades terapéuticas.

El motivo del scat apareció, por ejemplo, en el ero-guro japonés de los años 70, y se popularizó masivamente en el internet occidental tras la polémica película «2 Girls 1 Cup» (2007).